25 de junio de 2012

El fuego es interior


Solsticio de Junio,
de Verano, en el Hemisferio Norte.
Las hogueras se encienden

para alumbrar la noche más corta del año.



Celebramos la llegada del Verano,

aunque los días, paradójicamente,

comiencen a menguar.
Las candelas prenden

para dar más fuerza al Sol,

para alejar las sombras

de la incertidumbre.



Me miro en las chispas

del fuego purificador.

Que aleje lo que me estorba,
me daña, le pido.

Solsticio de Verano:

dame fuerza, dame valor.

Llamas que  me susurran
cuando crepitan

que el fuego es interior.

 
Viridiana

14 de junio de 2012

EL PERDÓN DEL REINO

Hace unos días le escuché una frase a un periodista español que me quedó muy grabada y enseguida pensé que iba a utilizarla para el blog:

“El Rey es el único español que ha pedido perdón por algo”

Desde el sofá, con el mando de la televisión en la mano, me quedé reflexionando para mis adentros. Ni soy devota del rey ni por supuesto de los safaris en los que se mata animales, pero desde el principio consideré que el linchamiento público del  jefe del estado por ir a cazar elefantes a África, olía muy mal.

Y olía mal porque parece ser que el monarca ha ido muchos años y nadie a dicho ni pío. Es un gran aficionado a los viajes de caza y nadie dijo ni pío. Se ha ido de excursión infinidad de veces en momentos que debía seguir en su puesto y nadie a dicho ni pío. Nunca.

Entonces, me pregunto: ¿Por qué ahora muchos altos cargos y  medios de comunicación, sin distinción de colores, están ahí erre que erre? Que si el rey se ha ido a cazar, que si no se ajunta con la reina, que si un elefante se balanceaba en una tela de araña, que si el rey se ha ido de vacaciones a África en plena crisis (como si ellos fueran de vacaciones un finde a Torremolinos).
¿Por qué antes nunca nos hemos atrevido a decir nada? Quizás tienen razón y  lo de Urdangarín ha sido un punto de inflexión y ha abierto la veda para dar caña a esa familia real otrora intocable, aunque yo creo que hay mucho más detrás, por lo que interesa desgastar a la monarquía, pero eso ya es harina de otro costal.

Tanta fue la presión mediática y social que el rey se plantó ante la prensa, puso su mejor cara y su mejor acento de Borbón y dijo: “Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir”. Los españolitos quedaron confusos, ¿Qué es lo que siente, matar elefantes o irse de vacaciones cuando el país está en el fango? ¿Nunca más volverá a ir de vacaciones, nunca más  matará animales o  nunca más volverá a poner esa cara de Borbón?

“El Rey es el único español que ha pedido perdón por algo”

Tan increíble, como cierto. Pero entonces, si al rey se le exige el perdón público por hacer un viaje inoportuno a África de caza, debemos pensar que a partir de ahora:

¿Pedirán  perdón los responsables de robar dinero público en Marbella, Valencia, Andalucía y media España?
¿Y por financiar ilegalmente a partidos políticos?
¿Y la que levantó el puño y cantó la internacional, mientras metía la tijera en el tuétano del proletariado?
¿Y los que nos metieron con mentiras en la invasión de Irak y luego siguieron mintiendo con el atentado de Madrid?
¿Y los que hacen políticas incongruentes con su ideología?
¿Y tantos y tantos cargos que maquillan cuentas para salir indemnes de la quema?
¿Y el que dice que los servicios públicos no se verán afectados después de recortar infinidad de millones de su presupuesto?
¿Y los responsables de los grupúsculos terroristas del país, públicos y privados?
¿Y aquel caballero andante  que en 2008 nos decía que no era crisis, que era desaceleración?
¿Y la iglesia católica apostólica y romana por su codicia?
¿Y el que dijo que no iba a subir impuestos ni a dar dinero público a la banca?
¿Y los que nos meten en el pozo y luego se van a su casa de rositas?
¿Y los involucrados de una y otra forma en la dictadura?
¿Y el presidente del banco que dice que todo va bien y al cabo resulta que tenían un agujero más grande que el de la capa de ozono?
¿Y los que han conducido a la quiebra a Europa entera y nos siguen gobernando impunemente?
¿Y aquellos tribunales que interpretan la ley según convenga políticamente?
¿Y los medios de comunicación, sicarios defensores sin disimulo del que les unta a final de mes, sea azul o rojo?
¿Y los cínicos que niegan que la línea de crédito de la UE sea un rescate?
¿Y los responsables de esta estafa general a la que llaman crisis?


Por favor, señores de las elites de rancio abolengo, si en este país ¡¡no ha pedido perdón ni el Tato!! ¡¡¡Cuánta hipocresía!!! Que tire la primera piedra el que esté libre de pecado, entre sus “señorías”. ¿No hay voluntarios? ¡Uf, ya me lo temía! Entonces empiecen a hacer fila, porque si esta va a ser la dinámica a partir de ahora, me hacen la más feliz de la tierra. Me compro enseguida un sillón orejero para ir a coger sitio entre los demás ciudadanos. El espectáculo está apunto de empezar, vayan desfilando, pidan perdón y pongan cara de Borbón para la foto, por favor.


     “Lo siento mucho, me he equivocado, no volverá a ocurrir”





 Ultramarinos Bodeler


11 de junio de 2012

El país del (no) olvido y del encanto



De  mi travesía por Colombia me llevo muchos recuerdos. Algunos seguramente calarán más y otros menos. Habrá imágenes que dejarán más impronta que otras, y es que en esa selección no del todo azarosa, la memoria tiende a quedarse con aquello que le resulta más significativo.

Sin lugar a dudas, algo que me llamó bastante la atención durante mi estadía, fue la sensación de estar viendo los vestigios de la España del siglo XVI. El pasado colonial de este país americano se percibe aún latiendo y dando coletazos. El Virreinato de Nueva Granada y la Inquisición que en otros tiempos dominaron aquellos territorios, son una especie de fantasma presente que persiste el paso del tiempo.

Cartagena de Indias es un pasadizo al pasado que nos muestra la cara más cruel de ese sistema colonial: la esclavitud. Descendientes de aquellos africanos forzados a venir al Nuevo Mundo transcurren por las calles del casco histórico vendiendo frutas y artesanías a los turistas. El paisaje sin lugar a dudas se ha transformado. No es el mismo que vieron sus antepasados cuando arribaban encadenados al puerto.

Antes de la llegada del “hombre blanco” a lo que hoy es Colombia, no había ni café, ni caña de azúcar, ni bananas, ni mangos. Alimentos que hoy en día ilustran la imaginación de cualquier persona que quiera graficar en su mente a este país. Colombia es famosa por su café, a pesar de que esta planta tiene sus orígenes en tierras más lejanas que las de su principal productor mundial.

Haciendo esta reflexión, quise hacer un esfuerzo por tratar de imaginar cómo era esa tierra antes de la Conquista. Y cuesta mucho poder visualizar eso. El paisaje está tan transformado y las culturas tan mezcladas, que a uno se le dificulta determinar cuándo comienza el “había una vez”.

Por ser un país caribeño, debería denostar alegría y felicidad. Sin embargo, adentrándome un poco más allá del contagioso ritmo de la cumbia y el ballenato, vi demasiados rostros marcados por el desprecio, la marginalidad, la violencia, el olvido y el desencanto.

Recuerdo estar sentada en un parador playero en las Islas del Rosario, regocijando mi vista y mi cuerpo con la majestuosidad del paisaje tropical, y escuchar la charla entre una joven noruega y otro joven danés.

¿Por qué viniste a Colombia?- le preguntó ella. “Lo dejé todo y me vine para acá. Renuncié a mi trabajo, vendí el auto, saqué mis ahorros del banco y me vine un año a recorrer Latinoamérica. Necesitaba saber cómo es la vida de verdad. Allá la vida es un sueño, es irreal todo lo que pasa en Europa. El sentido de la vida está acá”-argumentó él.



No sé si en Colombia o en Latinoamérica está el sentido de la vida. Seguramente, el realismo mágico descrito por varios renombrados poetas latinoamericanos se quede corto a la hora de explicar qué sucede desde este otro lado del mapa.

Jovencísimos militares se pasean por las calles de las ciudades adornando su quebrantable cuerpo con largas escopetas plateadas. Son una señal de que el país aún tiene varias cicatrices por curar. Para el foráneo, caminar entre ellos y tener un roce tan próximo con las armas, puede resultar algo molesto e intimidante. Sin embargo, para la gente local es un decorado más de su transformado paisaje.



Colombia me dejó muchas impresiones. Me dio la posibilidad de saborear un poco de aquella Historia que yo leía en los manuales del colegio y que no sabía muy bien cómo representar. La Cruz allí penetró con una intensidad superadora de todo mesianismo, y fue tanto su poder de arraigo, que en algún punto logró que sus fieles se quedaran atrapados en el tiempo.
Este viaje para mí fue eso. Un viaje al pasado, de ese que está vivo y que no se quiere ir. Colombia le lucha al olvido y le sonríe al encanto.




Katrina Viribendi

4 de junio de 2012

MARK RYDEN

El universo de Mark Ryden es onírico, surreal, infantil, oscuro, tétrico y sobretodo muy particular. Este estadounidense nacido en 1963, es uno de los principales  artistas pictóricos del pop actual, formando parte  de tendencias artísticas como el Lowbrow art o el pop surrealista y  asiduo de la revista Juxtapoz  junto a otros artistas  como Coleman  o Gary Baseman.

Mark Ryden ha realizado trabajos en óleo pero también como ilustrador siempre con una atmósfera gótica mezclada con el espíritu de dibujos animados muy alternativos. Una de las colecciones más especiales  junto con Wondertoonel fue la de “Blood: Pinturas en Miniatura sobre Desolación y Miedo”, compuesta entre otras cosas por una serie de retratos de niñas con  aura de muñecas rotas, princesas de cristal en cuentos de hada rodeado de sangre, sin duda unas pinturas que fueron la debilidad de cualquier loco personaje dark. En fin, por esta vez no escribo más, mejor os dejo unas cuantas pinturas de ejemplo:

 





 







 




 












 


 
                                  



Ultramarinos Bodeler








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